martes, 4 de mayo de 2010

Flores en el ático (1987)

Género: Suspense, terror
Valoración: Buena

Basada en el relato homónimo de V. C. Andrews, se trata de una película de 1981 que pasó sin pena ni gloria. Su director es Jeffrey Bloom. Muchos achacan la supuesta mediocridad del filme a este director, lamentándose de que la adaptación del Best seller no se hubiera puesto en manos de un artista con más experiencia en adaptaciones de cuentos de corte gótico, como Tim Burton.

Cuenta la historia de una familia idílica cuyo padre fallece en un accidente. A fin de no caer en la pobreza, a la madre no le queda más remedio que trasladarse junto con los 4 niños a la casa de los abuelos.

El problema surgirá porque la abuela es nada menos que la harpía, por bien que oscarizada, Louise Fletcher, que se las hará pasar putas a las pobres criaturas (más si cabe que a Jack Nicholson). Estos hermanos de un rubio platino, cuya aventura más emocionante hasta la fecha parece haber sido abrir un Huevo Kinder, comenzarán a saber lo que es la soledad y la claustrofobia. Encerrados por la Fletcher (y con la mórbida aquiescencia de la propia madre) en una habitación repleta de antiguallas, pasarán hambre, frío y miedo, mes tras mes, año tras año, cada vez más pálidos y débiles, hasta parecer fantasmas. A su vez, la madre (Victoria Tennant) irá visitando cada vez menos a los niños. En estas visitas, ella aparece ataviada con nuevos abrigos de piel y luciendo una sonrisa más resplandeciente, en tanto que el rencor de los niñitos cautivos hacia su progenitora irá en aumento.

Se ha criticado mucho a esta película por su pobreza general: de maquillaje, decorado, dirección e interpretaciones. Algunos la aborrecen por presentar un formato televisivo de sesión de tarde. Para qué engañarnos: lo tiene. O por su banda sonora de serie B, al estilo de Aria de Bach cantada por una coral. Pues sí, es verdad. Otras personas no entienden que se califique al filme como de terror, no teniendo (dicen) ni un ápice de horror ni de suspense, sino en todo caso de drama. Y, en fin, están quienes cotejan el libro con la película. En este tipo de comparaciones sabemos quién sale ganando.

Yo propongo ver el filme sin tener en cuenta la serie de libros, sin tener en cuenta la calidad de la fotografia, ni la de la música. Dejarse invadir, sencillamente, por este cuento clásico que va calándonos, que va perturbando. ¿Hay algo más enfermizo que organizar una fiesta de sociedad mientras tus hijitos están agonizando en la habitación de al lado? ¿Hay algo más aberrante que encerrar a tus hijos en una pieza y visitarlos 4 veces al año... mientras suministras pequeñas dosis de arsénico al más pequeño para matarlo despaciosamente? ¡Y encima enfadarte porque te ponen mala cara, tildándoles de ser unos malos hijos! ¿Hay algo más sádico que hacer el amor con tu amante mientras tu hijo pequeño, al otro lado de la pared, va apagándose a causa del veneno que le estás poniendo en la comida?

Es una de las historias más escalofriantes del cine. Conocí a una persona que vio esta obra siendo niño, y quedó tan marcada que aún hoy no puede volver a verla sin ponerse a temblar. Es, en definitiva, un filme rodado con crudeza y buena voluntad, a pesar de sus carencias. Hay que acogerse al pilar que sostiene toda la película: un cuento enfermizo en cuyo fondo se arrastran toda suerte de bajezas: odio, sexo reprimido, crueldad sádica, infanticidio y... más de un fetiche sexual apenas iluminado por una soslayada lumbre.

Recomendada a: Personas que gusten de las adaptaciones para criticarlas y desmenuzarlas. Amantes del terror psicológico.



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